Lo
quieres, eso ni lo dudes ¡Estas enamorada! Sabes que él no te
conviene pero igualmente lo amas. Sinceramente ¡Abre tu corazón!
Seguro que te sorprenderá, si lo abres recuerda: estarás
absolutamente enamorada de él”
Tiré
la revista a la pared enfurecida ¿Cómo me podía pasar esto? Nada
se me ocurría ¡Tenía que olvidarme de él! ¿Cómo hacerlo? Es lo
que me venía una y otra vez a la cabeza. Corriendo llame a Harry.
-
¿Miriam?
-
¡Harry! Tenemos que hablar ¿puedes quedar ahora?
-
Si claro pero ¿pasa algo?
-
Te espero en el mismo sitio de el otro día.
-
Vale -colgó-
***
-
¡Harry! -dije agitando la mano-
-
¿Siempre llegas tarde?
-
Bueno... -reí nerviosa-
-
Ya veo que si -rió-
-
Vamos a un sitio más tranquilo ¿esa cafetería esta bien?
-
Esta bien -sonrió-
***Narra
el narrador***
Entraron
a la cafetería, Harry como siempre fue mirado por la gente de la
cafetería aunque nadie se acercó. Algo extraño aunque cierto, se
sentaron en una mesa y una chica rubia con ojos azules y piel blanca
los atendió. No era muy guapa, al menos no tanto como Miriam a la
que muchos chicos la miraban alucinados de semejante escultura que
tenían delante. Harry por el contrario era mirado por las chicas,
las cuales estaban muy envidiosas de que aquella chica fuese su
amiga. Cuando le trajeron el café todo se calmó, algunos chicos y
chicas miraban de reojo aunque no podían escuchar lo que estaban
conversando.
-
Harry... tengo un problema
-
¿Que pasa? -preguntó preocupado-
-
Tienes que buscarte a otro detective
-
¿Que quieres decir?
-
Dimito
-
Nunca has dimitido tu misma me lo contaste mientras me contabas el
plan – dijo asombrado-
-
No puedo trabajar más con este caso -se le escapó una lágrima-
-
Hey -dijo secándole la lágrima- ¿Que te ha hecho?
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Me he enamorado de él
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Hasta aquí el segundo capitulo del maratón espero que os haya gustado:)
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